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Páginas | 380 |
Encuadernación | Tapa dura |
Tal vez nada se asemeje tanto al alma femenina como un jardín.
- Cuando nuestra fe florece, somos un jardín en primavera.
- Cuando nuestra vida empieza a dar frutos, somos un jardín en verano.
- Cuando la aflicción marchita la alegría, llega el otoño a nuestro jardín.
- Cuando abrumadas por el cansancio anhelamos descanso, es invierno en este jardín.
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Espiritual